Lo primero que plantea esta sura es el tema de la fe, como la base fundamental de la vida del hombre.
Las otras dos enseñanzas de esta sura son el aconsejarnos mutuamente la verdad y la paciencia.
En esta parte de la interpretación de este capítulo hablaremos de la alabanza a Dios y de su poderío.
Finalmente hablaremos de la guía divina y de la adoración.
Este capítulo habla de la noche del decreto, la revelación del Corán en esta noche y el descenso de los ángeles.
Los ángeles y el espíritu descienden en esta noche, por lo que es una noche bendita y llena de paz.
En este capítulo se hace una descripción del fin del mundo, la posterior resurrección de los hombres y finalmente el día del juicio final.
En las primeras aleyas se habla de la situación de la tierra antes de la resurrección y de cómo esta será testigo ante Dios de lo que el hombre ha perpetrado sobre ella.
En el comienzo de esta sura se habla de los principios más importantes de la fe islámica como lo son monoteísmo y la profecía.
La primera aleya de esta sura nos habla de cómo criaturas glorifican a Dios, del estatus divino de rey, santo, todopoderoso y sabio.
En la segunda aleya se habla de la misión profética y sus responsabilidades.
En estas aleyas hablaremos de la alerta dirigida a los musulmanes para que no caigan en aquello que cayeron los judíos de Habez, abandonando la observancia de la Torá.